Yo sabía que Pascuas era esta semana, pero realmente lo confirmé en la última semana cuando estaba hablando con una de las profesoras de alemán, Katia. Ella contó de su abuela que siempre escondió huevos para ella en el jardín y así también me recordaba de algunos tibios meses de abril cuando buscaba presentes, huevos y dulces en nuestro jardín de casa. Y cuando Franziska, nuestro talento de hacer trabajos manuales y pintar llegó, nos decidimos, al final, de esconder huevos para los chicos en la escuela.
- Primero, buscábamos el color para teñir los huevos. La busqueda terminó en el barrio chino, capital, porque, lamentablemente, no estaba más la tienda en la cual la abuela de Katia siempre compraba los colores. Entonces aplicamos el plan B: teñir una parte de los huevos con anilina y pintar la otra parte a mano.
- Segundo, comprar los huevos. Y como siempre en estos momentos de la vida, yo tenía que esperar unos 45 minutos en la fila de la caja rápida para comprar los huevos.
- Tercero, pintar 100 huevos. Una parte la teñimos unicolor, bastante aburrido. Entre 24 y 30 pintamos a mano. Franziska consiguió pintar unos 6 en 4 horas. Y yo… vamos a decir que yo pinté más, pero mis huevos parecen de niños de jardín… Acá una comparación:
- Cuarto, esconder los huevos.
Ultimo, dejar a los chicos buscar los huevos. Yo lo tenía una idea en mente, típico alemán, pero no tuvimos tiempo de explicar más o menos como queríamos que funcione la busqueda. Ya que los chicos simplemente salieron corriendo buscando los huevos...
No importa, los chicos si divirtieron mucho, y eso era todo lo que queríamos ;-)
Saludos